martes, 5 de agosto de 2008

Brokeback Mountain: A veces hasta la Academia se confunde

Brokeback Mountain: En Terreno Vedado.
EE UU, 2005
★✰✰✰✰
Tres premios gordos, tres. Esa es la cantidad de estatuillas doradas que se llevó este filme en el último cónclave de los, más o menos, universalmente aceptados como grandes gurús de este escabroso mundillo que es la cinematografía. A saber: Óscar al mejor director (el taiwanés Ang Lee), mejor banda sonora original, y mejor guión adaptado. Menos de la mitad de las candidaturas a las que optaba, un total de ocho, y sólo uno del selecto grupo de laureles prestigiosos (película, director e intérpretes).

Se ve que en la Academia estadounidense son más avispados de lo que parece y no se han dejado engatusar por la propaganda que tiende a poner esta película por las nubes. Aun así, decepciona comprobar que, aunque en menor medida de lo que cabía esperar, en el fondo han acabado por ceder ante las presiones de los correspondientes lobbies. Porque con los dos primeros galardones se puede transigir (aunque con bastantes reservas en el caso del director), pero el último es completamente inaceptable. La historia carece de cualquier tipo de originalidad: de hecho, si se cambia la identidad de los personajes principales, sin modificar de ningún modo su forma de reaccionar ante los acontecimientos, por la típica parejita de terratenientes o de urbanitas opulentos, sería sumamente complicado distinguir esta película de un vulgar culebrón (versión light, naturalmente), o peor aún, de uno de esos telefilmes de la sobremesa del fin de semana. En todo caso, el propio hecho diferenciador de los protagonistas ya podría ser suficiente para salvar el filme: no sería el primer largometraje que se libra de la quema por una maniobra de este tipo. Lamentablemente, aquí ni eso acude al rescate: más de ¡dos horas! de lánguida y soporífera divagación acaban con la paciencia del más pintado y destruyen todo efecto sorprendente que algunos fragmentos de la trama pudieran tener. Un final decepcionante, por facilón y poco novedoso, termina de rematar la faena.

Cierto es, todo hay que decirlo, que el valor del director para tratar un tema tan delicado, rompiendo toda clase de tópicos en un género tan rígido como es el western, merece un reconocimiento que no se le negará; quizás sea incluso demasiado innovadora, hasta el punto de que hay momentos en que Heath Ledger (Ennis del Mar) y Jake Gyllenhaal (Jack Twist) no parecen creer que sus propios personajes sean verosímiles. También es innegable la inmaculada factura técnica: bellísima fotografía del lejano Oeste norteamericano, atípica para el género, pero muy adecuada para un guión tan ñoño; tres cuartos de lo mismo ocurre con la música, inviable en condiciones normales, perfectamente acorde con la (falta de) acción. Y bueno, el pobre montador no tiene la culpa de tener que trabajar con estos mimbres, debe de ser difícil conseguir algo más que larguísimas escenas llenas de conversaciones presuntamente profundas y transcendentales cuando los momentos de jugosa tensión narrativa disponibles entre tanto pastel se cuentan con los dedos de una mano.

Hay mejores opciones en cartelera antes que gastarse el dinero en este aburrimiento. Tampoco se molesten en hacerse con el DVD, y no les queden remordimientos: por lo visto mucha otra gente ya ha picado, víctima de la publicidad, y la productora no lo sufrirá mucho. Si tienen curiosidad morbosa, única razón por la que se justificaría tragarse los ciento veintitantos minutos de metraje, espérense a que algún programador de pocos escrúpulos la emita en su canal favorito. Confiemos en que al menos sea caritativo y lo haga a la hora de la siesta.

La próxima: Batman Begins

1 comentario:

Madison Stark dijo...

Hola Patito!

Indo directamente ao assunto, tenho a dizer que não poderia deixar de concordar menos com aquilo que escreveste. Brokeback Mountain é um dos meus filmes favoritos.

Compreendo que nem toda a gente o entenda e talvez esteja também aí escondida uma satisfação maior para quem de facto lhe reconhece o valor.

Ang Lee soube tratar perfeitamente uma história que passa todo e qualquer cliché habitual sobre homossexualidade e transcende esse facto - é uma história de amor impossível, entre dois homens sim, mas nevertheless, uma história de amor.

Quanto aos prémios da Academia, eu não lhes dou muito valor porque as injustiças cometidas na atribuição das estatuetas são mais do que os merecidos ganhos mas pude ficar satisfeita por se reconhecer o valor ao filme em questão. Apenas faltou mesmo Melhor Filme, porque sim, na minha opinião cinéfila, merecia totalmente.

Muitos dizem que apenas ganhou por ser um filme sobre gays mas se não ganhasse diria-se que perdeu pelo menos motivo por isso a questão de ser gay ou não é-me irrelevante - é um grande filme.

Se calhar, caro Patito, o problema seja não ver o filme em versão original. Definitivamente, dobrado em espanhol (ou qualquer outro filme em qualquer outro idioma que não o original) era algo que eu não iria gostar...